Crítica de Lust, Caution (* * * )

Deseo, Peligro

Puntaje: 6,5

Es demasiado complicado transmitir en pocas palabras las diversas sensaciones que en mi ha provocado el visionado de este film, por eso sepan disculparme si esta crítica les resulta demasiado extensa. Como habrán podido observar, mi puntaje no es del todo favorable, aunque tranquilamente podría haberle puesto un redondo 7, a último momento me arrepentí, y ya les diré por qué. Vayamos al análisis:

Principalmente, y no porque sea lo más relevante para el film sino lo que más ha dado de qué hablar, mencionaré las escenas de sexo "explícito" que tantas controversia y censuras ha suscitado en varias partes del mundo. A mi no me han resultado del todo chocante, aunque poco hacen a la historia, con una o dos escenas (a lo sumo) habría alcanzado. Aunque pensaándolo bien, creo que por todas escenas queda claro que Ang Lee no es ningún idiota a la hora de hacerse publicidad. Y lo digo, porque todos sabemos los millones que se amasó con su "Brockeback Mountain" en 2005, un film donde el sexo era uno de sus puntos fuertes. Aquí repite la fórmula donde el sexo es mostrado de manera tensa, no para el erotismo sino más bien para reflejar las partes de las personalidades de los dos personajes centrales, de manera amena y sin caer en diálogos absurdos, debido a la situación de cada uno. Y es que si no fuera por el sexo que mantiene la pareja de "Lust, Caution", estos serían perfectos enemigos. Aunque desde lo visual, tanto mejunje sexual es innecesario, y por momentos llegue a chocar demasiado con su extremo detallismo. Uno se pregunta si eso no será real...

Por otro lado, poco y nada sería la película si además le faltara la -cómo decirlo- magistral, impresionante, descomunal y un gran etcétera actuación de Tang Wei, quien además de ser una belleza, aporta una sensibilidad y una credibilidad que por ningún otro lado (excepto en lo sexual) la película puede conseguir. Ella ya justifica haber visto la película. Además del excelente actor que la acompaña: Tony Leung representando un Señor Yee completamente ambiguo. Y es la ambigüedad lo que une a esta pareja en sus descripciones psicológicas, de manera tal que ninguno resulta cien por ciento culpable o inocente.

En lo que respecta al argumento como tal, no encontramos nada del otro mundo: En un país en época de Segunda Guerra que se encuentra invadido por otro, un grupo de la resistencia envía a una mujer como espía para que se convierta en amante de algún poderoso, como consecuencia ella cede a la tentación y por el deseo llega el peligro, o porque le guste el peligro le llega el deseo. Una trama que pocos meses atrás ya hemos visto en la cinta “El libro negro” de Paul Verhoeven, que a mi parecer sigue siendo mejor que la que estamos tratando ahora.

No es que quiera entrar en comparaciones, pero el guión del film de Ang Lee cae en demasiadas sensiblerías que no logran conmover debido al apresuramiento con que se resuelven las cosas; los diálogos aunque muy buenos quedan colgados en sus temas más interesantes, sin renacer más adelante. Y finalmente nos encontramos con un final de doble discurso moral, que nada viene a aclarar respecto de las dudas planteadas al comienzo. Y por si fuera poco, todo se da en un final apresuradísimo que arruina el cuidado y la calidad de las primeras dos horas de la película. Tal como sucedió con -vuelvo a mencionarla- "Brokeback Mountain", un suceso inesperado trunca la vida de la pareja central, dejando una enorme sensación de frialdad. Y en el caso de "Lust, Caution" es tanta la frialdad de uno de los personajes, que no alcanza con justificarla mediante la traición o el deseo imprudente del otro...

Por tratarse de un film de tamaña duración, posee un final demasiado pesimista, y quizá sobre-expresivo, que quiere abarcar demasiadas reflexiones morales y éticas, cosa que no hubiese ocurrido de haber desarrollado de manera completa al menos una de ellas; y al final uno se pregunta qué título habría sido mejor para esta cinta: ¿Deseo, Peligro...? ¿Ser o no ser..? ¿Sensatez y sentimiento? ...¿Lealtad y traición...? ...¡¿El espejo tiene dos caras?!